Aborto: OMS vs.Ciencia

Hoy Imaginariums ha publicado un interesante artículo de Esther Samper, publicado originalmente en soitu.es, acerca del aborto y de cómo la Organización Mundial de la Salud tiene una definición distinta, según su conveniencia, de lo que es el embarazo. Esto con respecto a la definición médica tradicional (cabe recordar que la OMS está sujeta a grandes intereses económicos - la salud es una de las industrias más grandes del mundo, y uno de los productos que más comercializan los laboratorios son las píldoras de control de la natalidad).

Veamos: la ciencia dice que el embarazo comienza con la unión del espermatozoide y el óvulo. El óvulo fecundado forma una nueva célula llamada cigoto, en la que empezó ya la multiplicación de las células que formarán luego en el útero una nueva persona. Pero este cigoto, para desarrollarse apropiadamente, necesita fijarse al útero, un proceso que se llama implantación. La OMS dice que el embarazo no comienza con el óvulo fecundado, sino sólo cuando éste se implanta en el útero. Que cualquier cosa que pase antes de esto no es considerado embarazo.

¿Por qué la OMS difiere tanto de la definición tradicional? dejemos que Samper lo explique:

Lo que la OMS pretendía con esa nueva definición era restringir el término de "aborto" y con ello el de "abortivos". En el momento en que defines que un embarazo comienza con la implantación, automáticamente buena parte de métodos anticonceptivos-abortivos dejan de ser abortivos, porque alteran precisamente eso, la implantación. Como no llegan a tener lugar no son abortivos. Un ejemplo clásico de esto es la píldora del día después. Puede funcionar como anticonceptiva, si actúa antes de que se dé la fecundación o como abortiva (según términos médicos), si la fecundación ya se ha producido y lo que hace es evitar la implantación.
Bajo un criterio de consciencia, una persona que considere que la píldora del día siguiente es abortiva puede elegir no adquirirla. Y eso va en contra de los intereses de los laboratorios. Es decir, un sector prefiere cambiar la definición de "embarazo" y proceder a realizar abortos afirmando que no lo son.

Claro, ante esa variedad de definición de aborto y embarazo ocurre que se crean diálogos de besugos. Donde uno dice que es abortivo y el otro dice que no, y los dos tienen y no tienen razón, según la definición que hayan tomado. Entre que unos se agarran a la definición de embarazo de la OMS como un clavo ardiendo y otros se agarran a la definición científica/médica, poco se llega a sacar de la conversación cuando no se define de primeras en qué se basan.
Hay quienes venden su alma eliminando las de otros.


Tags Blogalaxia:

0 comentarios:

Publicar un comentario