Qué flojera


Hay una tira de Mafalda en la que Felipe y ella están sentados leyendo historietas. En eso, Felipe suelta una frase, con una cadencia larga, como quien en realidad no quiere la cosa: "Bueeeno... me voy a hacer los debeeeres..." y se queda sentado. Mafalda lo mira y después de un cuadro en silencio le grita: "Bueno, ¿los ibas a hacer o no?". Mientras sale del departamento de su amiga, Felipe piensa: "La voluntad debe ser la única cosa que cuando está desinflada necesita que la pinchen".

Un lunes en la mañana, después de haber tenido un fin de semana movido (y no precisamente por alguna fiesta, sino por el trote de estar visitando a los suegros y a mis padres, además de trabajar y vacunar a mi hija) es agotador. Y si a eso le sumamos una amanecida ayer mientras arreglaba algunas cosas de la casa para que no queden pendientes para hoy, el resultado es algo de cansancio sazonado con un poco de desgano y espolvoreado con ratos de sueño. Entonces el hacer cosas en la oficina, sobre todo si no son urgentes, se vuelven especialmente pesadas.

"Lunes otra vez" - sí Charly, comenzamos de nuevo la rutina. Este jueves es Navidad, la primera de mi hija. Me acabo de acordar que hay cosas para las cuales no siento pereza. Gracias, Alessia. Manos a la obra..

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